La situación actual que estamos juntos viviendo está sentando las bases de un nuevo entorno. Asistimos a un cambio de era, contemplamos el fin de VUCA y la irrupción de BANI, que da cuenta de un mundo frágil (brittle), ansioso (anxious), no lineal (non-linear) e incomprensible (incomprehensible).

La consecuencia de compartir un mismo planeta y su conexión global ha demostrado que el colapso de un país puede causar un efecto dominó en otras regiones, lo que demuestra la fragilidad del entorno que compartimos y nuestra propia vulnerabilidad de relación como pobladores de este hermoso lugar.

Hoy estamos siendo arrastrados por ese impulso de transformación y cambio global, podemos darnos cuenta que la descarga de aprendizajes que surgieron del pasado, ahora no nos sirven de referencia. Desde este punto ciego es muy común sentir la necesidad de permanecer actualizados con las noticias, lo que alimenta aún más nuestra ansiedad, incertidumbre y miedo. La pandemia ha generado una crisis sin precedentes, un colapso a nivel mundial y en paralelo emergiendo nuevas tendencias más automatizadas, robóticas y digitales. Esta nueva realidad está demostrando el surgir de un nuevo mundo, de una nueva humanidad.

Emerge un presente/futuro lleno de desafíos y oportunidades para el cual tenemos que prepararnos a consciencia, este ahora/mañana nos exige vencer nuestros propios miedos y resistencias para ir más allá de lo conocido y desarrollar nuevas habilidades, nuevas mentes, nobles propósitos que eleven nuestro espíritu para transcender lo viejo y renacer en lo nuevo.

Es tiempo de impulsar nuestra evolución, “tú evolución”, de re-iniciarnos en lo micro y en lo macro para garantizar la supervivencia de las próximas generaciones y la buena salud del planeta.

Nuestros antepasados lo hicieron, ellos son ejemplo e inspiración, siguen con nosotros en la memoria y en el ADN, solo tenemos que despertar del sueño del confort y la seguridad para abrazar el cambio y la transformación, creando juntos una Nueva Humanidad.